Eva Mozes Kor
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En enero pasado, en
vísperas de la conmemoración de los 70 años de la liberación de Auschwitz, la
revista alemana "Exberliner" publicó una historia, protagonizada por
una sobreviviente de este campo de concentración y que deja muchas enseñanzas.
‘Perdonando a Hitler’ es
el título del reportaje dedicado a Eva Mozes Kor, una mujer nacida en Rumania
hace 80 años, que vivió en carne propia los horrores de aquel infierno al que
fue conducida a los 10 años, a mediados de 1944, junto a Miriam, su hermana
gemela. Al llegar al campo de concentración, las niñas fueron separadas del
resto de su familia –a la cual nunca volverían a ver– y fueron sometidas a
múltiples y brutales experimentos dirigidos y supervisados por el doctor Josef
Mengele, ‘El ángel de la muerte’.
El desalmado médico nazi
infectaba a una de las mellizas con algún virus y luego le hacía una
transfusión de sangre a la hermana, para ver qué efectos se producían. Si una
de las dos moría en el experimento, la otra sería ejecutada para hacer una
autopsia comparativa. En cierto momento, a Eva le inyectaron una extraña mezcla
de bacterias, después de lo cual le pronosticaron dos semanas de vida. Sin
embargo, sobrevivió. “Tengo que resistir”, se decía a sí misma, a sabiendas de
que si moría su hermana sería asesinada. Y lo logró.
Cuando los rusos
liberaron Auschwitz, en enero de 1945, Eva y Miriam (fallecida en 1993) estaban
entre las 200 parejas de gemelos sobrevivientes, de las aproximadamente 1.500
sometidas a los experimentos de Mengele.
Aunque nadie le podría
reprochar a Eva que sintiera rencor por sus victimarios, desde 1978 ella y su
hermana fundaron en Indiana (Estados Unidos) Candles, un grupo de apoyo, e
iniciaron un proceso de perdón que causó revuelo en 1995. En la conmemoración
de los 50 años de la liberación de Auschwitz, Eva –hablando a título personal–
declaró por escrito: “Doy amnistía a todos los nazis que participaron directa o
indirectamente en el asesinato de mi familia y de otros millones de personas.
Es hora de seguir adelante; de sanar nuestras almas; es hora de perdonar, pero
no de olvidar... No me alegra ver a ningún criminal nazi en la cárcel, ni
quiero ningún daño para Josef Mengele o su familia”.
A partir de ese momento
su vida es otra. En el reportaje de Exberliner, Beth Nairn, secretario de
Candles, cuenta que cuando conoció a Eva “era una persona introvertida,
ensimismada; pero después de que decidió perdonar a Mengele ella cambió
inmediatamente. Era totalmente opuesta a la persona que había sido”.
De los 500.000 sobrevivientes
que se calcula que quedan del Holocausto, Eva es quizás la única que ha asumido
esta actitud; pero eso no es todo. En el 2013, Eva adoptó simbólicamente a
Rainer Hoess, nieto del oficial nazi Rudolf Hoess, quien fue comandante de
Auschwitz, donde supervisó la muerte de más de un millón de prisioneros.
Rainer, de 49 años, rompió lazos con su familia, que lo considera un traidor
por renegar de ellos y denunciar las acciones de su abuelo. “Mi casa era una
dictadura y no se nos permitía contradecir. Tenía que admirar a mi abuelo como
si hubiera sido un héroe”. Hoy, Rainer acompaña a dar conferencias a su
orgullosa ‘abuela’, quien dice que le da a su nuevo nieto “el amor de la
familia que nunca tuvo”.
Autora del libro
Sobreviviendo al ángel de la muerte, Eva no se cansa de compartir su historia,
acompañada de un mensaje de esperanza. “Yo tenía el poder de perdonar. Nadie me
podía dar ni quitar ese poder. Me negué a ser una víctima y ahora soy libre”,
dice quien se autodefine como una abogada del perdón.
Fuente: www.eltiempo.com/
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