La batalla de Drøbak fue uno de los episodios más importantes de la participación de Noruega en la Segunda Guerra Mundial. Tuvo lugar el primer día de la invasión alemana de Noruega, el 9 de abril de 1940. Una flotilla de barcos alemanes, la "Marine Gruppen 5", se dirigía a Oslo con el objetivo de capturar al rey y hacerse con el control de la capital y del gobierno. El Blücher era su buque insignia, también estaban el Lützow y el Emden, entre otros.
La fortaleza de Oscarsborg, en Drøbak, se usaba casi exclusivamente como lugar de entrenamiento y por ese motivo los alemanes la infravaloraron: los cañones de mayor calibre de sus barcos ni tan siquiera iban preparados para abrir fuego.
En ese momento la situación política era bastante caótica y Noruega era oficialmente neutral pero favorable a Reino Unido. Nadie sabía de qué nacionalidad eran esos buques de guerra que enfilaban el fiordo en dirección a la capital. Birger Eriksen era el oficial al mando en ese momento y no tenía órdenes claras. Antes de dar la orden de disparo dijo "Seré decorado por esto o pasaré por un consejo de guerra. Fuego". Los obsoletos cañones de 280 mm (instalados en 1893) de la fortaleza Oscarsborg abrieron fuego y alcanzaron la estación de tiro delantera y un almacén de combustible y explosivos del Blücher, con lo que los cañones delanteros del barco quedaron inutilizables y además se declaró un incendio a bordo. Al poco tiempo se confirmó que se trataba de barcos alemanes.
Los alemanes no conocían la existencia de una batería de torpedos en el punto más estrecho del fiordo, a tres metros bajo la superficie del mar, instalada en 1901. Estaba equipada con torpedos de la misma época que las baterías... unas antiguallas que ni se sabía si funcionarían correctamente. El Blücher recibió dos impactos y quedó irremediablemente incendiado y sin control. Los demás barcos de la flota se alejaron del fiordo ya que pensaron esa zona estaba protegida con minas.
Una hora después de haber recibido el primer impacto el Blücher se escoró y se hundió en el fiordo y todavía permanece allí, a unos 90 metros de profundidad. Entre 600 y 800 alemanes murieron de los 2200 que iban a bordo.
La fortaleza de Oscarsborg fue sometida a un intenso bombardeo ese mismo día por la Luftwaffe.
Como resultado de esta batalla, la captura de Oslo se retrasó algunas horas lo que permitió escapar a la familia real noruega y a los miembros del gobierno. Además, se tomaron otras disposiciones para anticipar la invasión inminente, como poner las reservas de oro en lugar seguro.
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