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viernes, 2 de septiembre de 2011

M10 Wolverine

El cazacarros M10 Wolverine fue un vehículo blindado de combate de diseño estadounidense, del tipo de los llamados cazacarros, utilizados especialmente para el enfrentamiento con otros carros de combate, que estuvo en uso en los ejércitos de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, en varios de los frentes de combate, con presencia destacada en el Teatro de Operaciones en Europa, donde se enfrentó a los carros de combate de la Wehrmacht alemana.

Existió por otra parte una adaptación del mismo cazacarros en el Ejército Británico, el M10 Achilles, cuya diferencia esencial con su modelo de origen (aparte de algunas otras modificaciones menores) es el cañón con el que se hallaba equipado el vehículo. La adaptación fue consecuencia de la cesión de varios ejemplares al Reino Unido en el marco de la Ley de Préstamo y Arriendo, y el modelo fue mejorado en el cañón debido a las deficiencias observadas en el comportamiento en combate en condiciones reales del cazacarros.

Durante la inmediata posguerra, a partir de 1945, el vehículo siguió equipando durante cierto tiempo tanto a unidades tanto británicas como estadounidenses, hasta su total reemplazo por parte de modelos más modernos, a la vez que algunos de ellos fueron cedidos a ejércitos de otros países aliados.



El nacimiento del cazacarros M10 Wolverine se produjo como consecuencia de constatarse en los frentes de batalla (especialmente ello se manifestó más tarde en las primeras luchas contra el Afrika Korps de Rommel tras el desembarco aliado en el norte de África, como la batalla del paso de Kasserine) la debilidad en el combate entre carros de combate de que adolecía el carro estadounidense Sherman, el principal carro de combate estadounidense en esas fechas, ya que poseía poco blindaje y un cañón que quedó anticuado a partir de 1943, especialmente en el Teatro Europeo en la Segunda Guerra Mundial, como se demostró durante la batalla de Normandía, durante la que tuvo que enfrentarse con los Panzer VI Tiger de la Wehrmacht, dotados de un blindaje muy mejorado respecto de sus antecesores, lo que les hacía resistentes a la munición disparada por el cañón del M4 Sherman.

Efectivamente, el carro Sherman, que era perfectamente capaz de medirse con los anteriores modelos Panzer IV alemanes, quedaba así en desventaja debido al aumento del blindaje y de diversas características de los más avanzados modelos de carro de combate alemanes que, por otra parte, habían evolucionado con rapidez al enfrentarse en el Frente Oriental con los modelos avanzados del Ejército Rojo, en especial el T-34.

Todo ello reveló la necesidad urgente de dotar a las unidades de carros de combate de un vehículo especializado, cuya función fuese la de fortalecer a la unidad en este tipo de lucha, que se iba a convertir en la predominante en Europa, habida cuenta de la fortaleza y experiencia de la Wehrmacht en el manejo y en el combate entre carros de combate, según las previsiones de los expertos estadounidenses, efectuadas ya durante 1942, antes incluso de que se produjese el primer enfrentamiento directo entre las tropas estadounidenses y las alemanas.


La concepción mecánica del M10 Wolverine se hallaba muy cercana a la del carro de combate Sherman, aprovechándose para su diseño el chasis de este último, evitándose de este modo retrasos en la producción industrial del nuevo vehículo, que podía aprovechar unos chasis que ya se encontraban en proceso de producción, sin necesidad ni de diseños o estudios ni de alteraciones en la maquinaria ya existente en las cadenas de montaje. Por el contrario, tanto la torreta como la superestructura del vehículo consistían en un diseño nuevo y original, adaptado a la nueva función encomendada.

El cañón con que se dotó al Wolverine, un cañón de 76,2 mm, podía medirse perfectamente en combate con el Panzer IV alemán, aunque resultó ser demasiado poco poderoso frente al blindaje de los carros alemanes más pesados, especialmente a medida que avanzaba el conflicto (así, planteaba problemas en el caso del enfrentamiento con el Panzer V Panther tipo G, el modelo más avanzado de su gama). Hay que hacer notar que el vehículo recibió a veces el nombre de Slugger, no sólo el de Wolverine.

La principal característica que distingue al M10 Wolverine de otros cazacarros es su cañón de 76,2 mm montado en una torreta especial descubierta, encima de un chasis de un carro de combate M4 Sherman. La presencia de esta torreta dotada de movilidad constituía una importante diferencia frente a los cazacarros contemporáneos alemanes, que se hallaban dotados de cañón fijo, sin torreta móvil o que tan sólo permitía leves giros en altura. Su blindaje estaba fuertemente inclinado hacia los lados, lo que compensaba parcialmente su blindaje poco grueso, haciendo que los proyectiles resbalasen en la cubierta acorazada del vehículo.

El M10 Wolverine utilizaba proyectiles de tipo perforante, que poseían la capacidad de penetrar una plancha blindada de acero de 100 mm de espesor a 900 m de distancia, lo que le convertía, de entrada, en un temible oponente de los más modernos medios acorazados en uso en ese momento por parte de la Wehrmacht.

Desde el inicio de la construcción del modelo, en 1942, hasta el final de la misma, en 1945, el número total de cazacarros M10 Wolverine construidos fue de 4.993 unidades. La producción se confió, entre otros contratistas, a la empresa automovilística General Motors.

Debido al hecho de que se trataba de una alternativa económicamente más barata que un carro de combate, el cazacarros fue ampliamente utilizado en combate, a lo largo de la duración de la guerra, especialmente en el Teatro de Operaciones en Europa, puesto que el Ejército Imperial Japonés, el otro aliado de las Potencias del Eje, no contaba con medios blindados de importancia.

Por otra parte, el uso táctico en combate del M10 Wolverine fue en muchas ocasiones como un vehículo ligero de exploración, lo que permitía, por otra parte, preservar los mucho más caros, en términos económicos, carros de combate para las misiones propiamente de combate.

En su enfrentamiento con los carros de combate enemigos, resultaba conveniente utilizar el cañón para alcanzar a los carros enemigos de flanco, lugar donde el blindaje de los mismos tenía menor grosor o bien en su parte posterior, con lo que en el bocage en Normandía, durante la batalla de Normandía, era frecuente encontrar al cazacarros emboscado entre los setos al borde de la carretera, táctica aprendida de sus oponentes de la Wehrmacht.

Finalmente, se solía emplear al M10 Wolverine como tanque de apoyo a la infantería, que se sentía protegida ante posibles ataques de los carros de combate enemigos, a la vez que como incremento de la potencia de fuego de la unidad de infantería a la que el cazacarros apoyaba.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1945, el M10 Wolverine siguió en uso en el Ejército de los Estados Unidos, así como lo siguió su variante M10 Achilles en el Ejército britáanico. Y ello a pesar de que hubo partidarios de la disolución de las unidades equipadas con este modelo de cazacarros, en razón, afirmaban, de que el escaso blindaje con que contaba en la parte superior de su torreta exponía a la tripulación del vehículo al fuego indirecto, especialmente de mortero, por parte del enemigo.

Sin embargo, poco a poco el modelo fue sustituido por otros cazacarros de diseño más moderno, con lo que parte de los ejemplares supervivientes fueron cedidos a ejércitos de países aliados para que equipasen a sus propias unidades de combate.

El M10 Wolverine fue el carro de combate con el que en 1944, durante la batalla de la bolsa de Colmar, Audie Murphy, que tras la guerra emprendió una exitosa carrera como actor, recibió una Medalla de Honor del Congreso de los Estados Unidos por su actuación en combate, al subirse a uno de estos vehículos en llamas y utilizar el armamento secundario del cazacarros (su ametralladora, concretamente), para frenar un ataque alemán contra su sección.

Variantes estadounidenses

El Wolverine tuvo dos variantes en el Ejército estadounidense (el M10 y el M10A1), aunque la única diferencia entre ambas consistía en su motor, sin ninguna otra diferencia interior o exterior.
La forma del contrapeso en la parte posterior de la torreta del vehículo evolucionó simultáneamente en ambas versiones del cazacarros.


Variante británica


Por medio de la llamada Ley de Préstamo y Arriendo, que permitía que los Estados Unidos cediesen material militar a sus aliados en la guerra sin necesidad de recibir el pago inmediato del material suministrado, varias de las unidades de este cazacarros estadounidense fueron entregadas al Ejército británico, en el que fue objeto a su vez de ciertas modificaciones, que afectaron en términos esenciales únicamente al modelo de cañón utilizado, pasando de este modo la nueva variante así creada del cazacarros a tomar el nombre de M10 Achilles.



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